La televisión en el móvil ha llegado para quedarse. Este
nuevo servicio, desconocido por muchos usuarios, poco a poco se va arraigando
dentro de los gustos y preferencias de los usuarios. Acostumbrados ya a las
pequeñas pantallas del teléfono, el siguiente paso era disfrutar de una
selección de canales (previo pago) en pequeña escala. En España, sólo el año
pasado, las empresas Sogecable y Vodafone anunciaron que sus abonados a la
televisión móvil superaron los 100.000.
Además de la tecnología, la comercialización de paquetes y
canales con contenidos especializados para los móviles ha supuesto la expansión
de este servicio. En Europa, empresas como Mobile Broadband News (Holanda) o
Digital+ (Francia) ofrecen servicios más concretos como noticias, series e
incluso películas. Así, y gracias a la aparición de nuevos móviles de tercera
generación, adaptados para la visualización de la televisión, los usuarios pueden
llevar el capítulo de una serie o el telediario en el bolsillo.
En el resto de países europeos, la televisión móvil también se ha ido
expandiendo. En Italia ya son más de un millón de abonados que pagan
mensualmente casi 20 euros para disponer de este servicio. En Suiza son 40.000
personas las que diariamente miran los boletines informativos a través del
móvil. Y en Francia 250.000 personas se abonaron al servicio de Digital+ el año
pasado.
Dentro de los esfuerzos por generalizar este servicio, se creó un estándar en
la emisión de la señal de televisión móvil: el DVB-H (Digital Video
Broadcasting for Handhelds). La iniciativa fue del 'DVB Proyect', que unió a
275 medios de comunicación, compañías de entretenimiento y telecomunicaciones
con sede en Ginebra. Según información del New York Times recogida por
Otr/press, la misma Unión Europea recomienda ahora ajustarse a este nuevo
estándar, aunque de momento no es obligatorio.
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